lunes, 11 de febrero de 2013

PRIMO DI MARTINO, Histórica carta.


HISTORICA CARTA DE JORGE
LUIS BORGES A PRIMO DI MARTINO              
                         (FICCION)
Caro Primo:
Tengo la  plena convicción que no me alcanzaría todo el oro del Universo para agradecerte todo lo que has hecho  por mí, puesto que no sólo te debo centenares (miles mejor dicho)  de sabias correcciones y consejos técnicos literarios, sino valiosas recomendaciones para entrevistarme y me apoyaran en mi carrera los personajes más importantes e ilustres de la cultura y en especial de las grandes editoriales del País y del exterior, sin lo cual hoy yo sería un triste y anónimo escritorzuelo de barrio.
Aparte de la publicación de todos mis libros, ¿a quién le debo que se me nombrara Director de nuestra gran e histórica Biblioteca Nacional? Fue una idea tuya para lo cual te entrevistaste subrepticiamente con altas autoridades de la Nación. Al principio me negabas a muerte esa secreta intervención, alegando que según te habían informado en las altas esferas oficiales, me daban tan honroso cargo por mis grandes méritos personales de poeta y escritor, pero como tu noble esposa Chichita Luzurriaga Azcuénaga te miraba de soslayo con severo gesto represivo, te diste por vencido y confesaste la verdad. Como ese gesto, tendría docenas más para recordar y mencionarte, pero no vale la pena repetirte lo que sabes a la perfección por haber sido el principal gestor de los mismos.
A tantos hechos positivos impagables, no puedo pasar por alto tu noble actitud  en ayudarme en todos los casos voluntaria y desinteresadamente en casi tres cuartos de siglo, cosa que en esta era de incurable materialismo globalizado, no es fácil encontrar ni siquiera en un hermano.
No me hace falta leer mi producción para recordar tus numerosas instrucciones sabias, consejos  y correcciones para mejorar mis torpes engendros literarios. Me basta tan sólo leer el “Aleph” tal como tuviste a bien de modificarme y corregirme. El texto original que yo había elucubrado no es mejor que el de un volante de pizzería de barrio, y que hoy leo horrorizado.
Por todo esto, te repito lo que decía Bochi, el protagonista de tu cuento “¿Llegó el Chochán?” hoy famoso en los cinco Continentes:
Cuando escriba mis Memorias voy a mencionar este altruista gesto tuyo para que lo estampen en letras de oro en la primera página.”
Y te repito también la otra muletilla de Bochi:
Muchísimas gracias, pero como con las gracias no hacemos nada, esta noche, cuando me acueste,  te tendré presente en mis oraciones.”
   Cuánta razón tenías al decirme que jamás se me iba a otorgar el Premio Nóbel por más que me propusiera todo el País, debido a que no soy ni socialista ni comunista ni peronista (“ni electricista”, como agregabas bromeando), en tanto que se lo dieron a muchos colegas míos que sí lo eran, pero que no produjeron ni siquiera el 1% de lo que escribí yo; y no voy a dar nombres a quien no los necesita porque sabe y está cien veces más informado que yo.      
    Te comento, Primo, que hoy, mi cara Kodama, por orden mía, se dedicó a juntar todos mis manuscritos (los mismos que me corregiste y que se  publicaron en forma correcta), poemas, cuentos, novelas y ensayos, y mañana, de acuerdo a mis instrucciones, los quemará en el fondo de casa (y de paso ahuyentará a los feroces mosquitos), porque no quiero que un día los mismos caigan en manos de algún periodista de la prensa amarilla y los publique en diarios y revistas,  en cuyo caso la posteridad leería mis imperdonables errores y barrabasadas y exclamaría con justificada sorpresa:
      “¿Pero esto escribía Borges? ¡Qué horror!
       Hasta cualquier momento, Primo caro. Un fraternal abrazo de tu eterno y agradecido amigo Jorge Luis.

Ginebra, 15 Agosto de 1984.

1 comentario:

  1. Muy ocurrente, de escritor a escritor seguramente habrían tenido un muy cultural y ameno diálogo.

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